sábado, 1 de diciembre de 2018

Y ¿ahora qué?

Hasta el fondo. Hasta que no se pueda más. Directo al punto más profundo, ahí donde hay eco y nadie buscó nunca asomarse. Tan solo mis monstruos y ahora... ahora todo. Ahora tú, ahora el que se fue, ahora el que nunca ha llegado y ahora el que dejé marchar. Hasta el rincón más escondido de mi cuerpo lo siente. Siente la pérdida de lo que se fue y de lo que está por coger sus maletas. Vacío. Al final, vacío. En lo más profundo el eco pide auxilio para ser rescatado. En lo más oscuro el vacío pide clemencia y ser llenado con algo, que arroje luz sobre él. 
Hasta el fondo. Hasta que no se pueda más. Clava bien los puñales en lugares habilitados para ello. En la espalda, en la garganta. Que no quede ninguna palabra por sangrar si retiras el arma o déjalas retenidas por tu puñal. Lo que quieras. No sé exactamente dónde, pero hay algún sitio en mí que me absorbe. Nada suena igual. Nada es igual. Nada. Estoy en proceso de deconstrucción dando lugar a unas ruinas que permanecerán enterradas. Ya están construyendo encima de mí, lo noto. Desde aquí abajo se ve mucha sombra. O quizá la estoy proyectando yo. Al final veo mucha luz a mi alrededor y no sé si me estoy cegando ya. Lo que tengo claro es que ya no soy ni la sombra de lo que era. Ya soy penumbra en mí misma. 

Cómo retroceder en el tiempo o cómo hacer tiempo nuevo. Romper con lo que has hecho hasta ahora, pasar el borrador sobre determinados momentos, yo qué sé. Ser capaz de olvidar. De una puta vez: olvidar. Sacar de tu mente lo que ocurrió en aquel determinado día a aquella fatídica hora. Olvidar algunas despedidas y poder recordar cómo olía aquel abrazo. El sabor de un beso de buenas noches. Intercambiar memoria. Lo que quieres perder por lo que quieres que se quede en ti. Como si esto fuera un intercambio de patio de colegio. Qué fácil sería. Sin embargo, todo son cenizas. Puros restos consumidos de lo que en su día fue vida. Ahora ya no hay nada. Ahora, por no haber no hay ni siquiera recuerdos. Ahora. ¿Ahora qué? ¿Cómo sigue esto? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario