Por cada motivo que me des
para escribir un verso te prometo,
te prometo darte un beso.
Nunca me faltan motivos para hacerlo,
me sobran excusas para escribirte,
me falta tiempo para besarte
y a ti te sobran motivos que darme.
Pocas veces una misma persona
había sido capaz de reunir tanto
porque sin darte las preguntas
me ofreciste tus respuestas.
Y por si alguna vez lo dudas
aunque sea mínimamente
confía en mi palabra:
nadie me gana a quererte.