De tantas veces que te he mirado
sin tú darte cuenta,
he observado cómo tu pecho se
elevaba a cada respiración mientras dormías
y de tanto haberte pensado,
si a día de hoy cierro los ojos
puedo dibujarte sin dudar en ningún rincón,
pues en todos ellos,
accesibles o recónditos,
he hecho parada yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario