Supongo que todo será acostumbrarse a dibujar tu silueta una
y otra vez en mi cabeza imaginando que vuelves a mi con esa sutileza que tenías
para insinuar que te abrazara. Antes todo era tan Neruda y ahora tan Allan Poe.
Recuerdo cuando me decías que al vivir un sueño has de permanecer dormido toda
la vida y no dejar que ningún ruido te despierte y que tú no te ibas a
despertar del nuestro, que si yo me despertaba me retendrías en la cama. Y
recuerdo también nuestra última noche juntos, esa noche en la que me di de
bruces con que tú no habías sido atrapada por Morfeo, sino que solo soñaba yo.
Donde antes veía dos manos unidas, amor, ahora veo cadenas. Y es que me has
hecho presa tuya.
Sácame de esta cárcel, ¿qué quieres de fianza?
No hay comentarios:
Publicar un comentario