Un día me levanté pensando qué
sería de nosotros si pudiéramos crear
un mundo a nuestra medida.
Cómo brillaría el sol cada vez que
saliéramos a la calle,
lo largas que serían las noches
para aprovecharlas más si cabe.
Los días tendrían cuarenta y ocho horas para
compensar ese día que
febrero me priva de ti.
¿Te imaginas?
Pasearíamos una y mil veces por
las avenidas sin nombre en las que
cada rincón guardaría un secreto
que en silencio y a los labios me contaste.
Sería un mundo en el que todo saldría bien,
en el que los problemas se solucionen con besos,
que de lo único que se huiría sería de
las cosquillas en el pasillo de casa cuando
me persiguieras,
que el único miedo sería no tener(te),
que mi única aspiración sería descubrir(te)
cada día un poco más.
sería de nosotros si pudiéramos crear
un mundo a nuestra medida.
Cómo brillaría el sol cada vez que
saliéramos a la calle,
lo largas que serían las noches
para aprovecharlas más si cabe.
Los días tendrían cuarenta y ocho horas para
compensar ese día que
febrero me priva de ti.
¿Te imaginas?
Pasearíamos una y mil veces por
las avenidas sin nombre en las que
cada rincón guardaría un secreto
que en silencio y a los labios me contaste.
Sería un mundo en el que todo saldría bien,
en el que los problemas se solucionen con besos,
que de lo único que se huiría sería de
las cosquillas en el pasillo de casa cuando
me persiguieras,
que el único miedo sería no tener(te),
que mi única aspiración sería descubrir(te)
cada día un poco más.
Digamos que mi utopía,
la utopía que inventamos,
eres tú.
la utopía que inventamos,
eres tú.
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